




En
Japón, recibir invitados es toda una ceremonia. Cuando los japoneses invitan a alguien a comer, ponen mucha
dedicación en la
presentación de la mesa, a
través de la vajilla que utilizan, nunca se olvidan de incluir una flor, un objeto o un alimento que haga
alusión a la
estación del año y le dan mucha importancia a la
simbología de los colores. Nada queda librado al azar...
Pero a la vez, es fundamental que todo se presente con mucha
discreción y naturalidad para que no parezca algo forzado ni
pretencioso. Se le da mucho valor a los detalles, al sentimiento de
hospitalidad y
consideración hacia el invitado, para que este se lleve una buena
impresión del encuentro.
El viernes fui a un seminario y taller de El arte de decorar la mesa, en el Centro Cultural de la Embajada de
Japón. Primero escuchamos la
explicación del proyecto de intercambio entre Argentina y
Japón de
Mako Ishizuka, ella
pidió a personas de
Japón que prepararan una mesa para recibir a un invitado argentino y nos
mostró las
imágenes.
Como
contra partida,
pidió a 7 personas de Argentina que quisieran participar del taller, que presenten mesas para recibir a un invitado japones.
Vivi, se anoto para participar y decoro una mesa con toda su vajilla (
selfmade) de
cerámica.
Además, todos los
participantes tuvieron que explicar de que manera y que comida le
servirían a ese invitado imaginario.
Al terminar,
Mako nos invitó a todos a participar de su proyecto mandando fotos (tomadas desde arriba) de una mesa preparada para agasajar a un invitado japones.
Después de tanto escuchar hablar de comida imaginaria, caminamos unas cuadras y fuimos a El
Cuartito a comer unas porciones de
pizza y
faina...

